Storytelling es una técnica comunicativa que puede ayudarte, como pocas, a conectar tu marca con tu público. Detrás de cada marca siempre hay una buena historia. Lo más difícil es encontrarla. A continuación veremos algunas características de esta técnica y cómo podemos llegar a encontrar una buena historia para aplicarla a nuestra estrategia de comunicación.
Últimamente escuchamos mucho la palabreja storytelling como si ésta fuera una técnica novedosa apta solamente para mentes hipercreativas. Nada más lejos de la realidad. Te cuento.
Storytelling (story = historia + telling = contar) es el arte contar historias, pero eso sí, en comunicación y publicidad se concreta más el término y no es contar cualquier historia. Se trata de contar una buena historia que enganche y cautive… ¿Y cómo puedo hacer yo esto?
El contar historias va intrínsecamente unido al ser humano. Contamos historias constantemente…cuando charlamos con la gente, cuando narramos anécdotas, cuando contamos chistes, hasta cuando nos hacemos eco de un rumor y se lo contamos a la vecina del quinto estamos contando historias… a todas horas, vaya.
Al hacerlo de manera cotidiana y habitual no reparamos en cómo lo estamos haciendo, no usamos ninguna técnica conscientemente. Simplemente nos sale solo y tal cual, lo soltamos.
La publicidad lleva utilizando esta técnica muchísimos años. Antes, la protagonista de la historia siempre era la marca. Actualmente las personas son las que tienen el papel protagonista, y si queremos que el protagonista sea una marca, debemos humanizarla.
No todas las historias me sirven para mi estrategia
La técnica de storytelling que usamos en comunicación se trata de una técnica que se emplea para contar una historia que genere una conexión emocional entre la marca y el público.
Todo está cambiando, las marcas ya no deberían vender abiertamente sus productos. La mejor manera de llegar a su público es a través de buenos contenidos y de historias que enganchen y conecten con ese público.
Si se hace bien, los beneficios vendrán poco a poco, eso sí, hace falta tener un poquito de paciencia. Pero si se hace bien, todo llega.
Vivimos en un momento de saturación de información y de publicidad…nos bombardean por todos lados y cuando alguien nos quiere vender abiertamente un producto, hablando de sus características (siempre buenísimas) como se hacía hasta hace bien poco en publicidad, nosotros que estamos acostumbrados a ese soniquete ponemos el automático y en el mejor de los casos, esa publicidad pasa sin pena ni gloria, en el peor, podemos cogerle “tirria” a la dichosa marca…
Y aquí es donde…
Las historias que podemos contar
- Podemos contar la historia de la propia marca, pero bien contada. No soltar un rollo que aburra a cualquiera. La historia debe tener hilo narrativo (presentación, nudo, desenlace) y debe ser buena. Todo tiene una historia, el truco está en saber encontrarla.
- Podemos hablar de cuál sería el sueño de la marca. Objetivos a conseguir, sueños por cumplir. Pero no vale cualquier sueño. Debe ser siempre un sueño que conecte y que sea inspirador. A nadie le importa si tu sueño es hacerte rico o llegar a ser Nº 1 en superventas (esta pedantería crea rechazo, y con razón, oiga…)
- Podemos contar cuáles han sido los mayores aciertos y tropiezos como marca. Sí, he dicho tropiezos. Incluso me atrevería a decir que los tropiezos son más interesantes. Que una marca hable de sus tropiezos es una manera de “humanizar” la marca y de enaltecer aquello de “todos cometemos errores“. Por supuesto que sí, hay que saber ser crítico con uno mismo y aprender de esos errores. Esto nos fortalece como marca y como personas.
- Podemos contar historias basadas en experiencias de clientes. Esto nos encanta y nos engancha, sobre todo si son los propios clientes quien lo cuentan como prescriptores anónimos. Muchas de las ventas se cierran gracias a esto. Nos fiamos de lo que otros digan de la marca y su experiencia es muy valiosa.
- Podemos plantear la solución a un problema. (Planteamiento · Crisis · Solución). Si te anticipas a un posible “problema” que pueda tener tu público objetivo y le ofreces una solución, te querrá para siempre (forever and ever…). Para siempre no sé, pero te buscará cuando tenga ese problema y confiará en que tú puedes darle la solución.
- Podemos contar secretos y curiosidades de tu marca. Nos encantan las curiosidades o los secretos. Somos bastante curiosos y todo lo que se salga de “lo común” nos gusta.
- Haciendo un relato que humanice la marca. Es decir, tocando la fibra más sensible de nuestro interlocutor.
Ya sabemos cómo puedo usar esta técnica con mi marca. Ahora bien, ¿Cómo encuentro mi historia?
¡Ay amigo mío…aquí está el verdadero quid de la cuestión!.
Como he comentado antes, da igual el producto/servicio/marca que sea, siempre hay una historia detrás.
Solo hay que saber buscar bien y encontrar “el tesoro”.
Consejos para encontrar mi historia perfecta
- Define bien tu marca. Contesta a las preguntas ¿Qué ofrezco? ¿Quién es mi cliente ideal? ¿Por qué y en qué soy diferente?
- Estudia al dedillo tus clientes. Para conectar con ellos debes basar la historia en lo que les motiva.
- Utiliza un gancho. Es la intersección o punto de conexión entre lo que te hace diferente y tus clientes.
Ya sabemos cómo encontrar nuestra historia, ahora bien…¿qué cartacterísticas deben tener las buenas historias para enganchar y conectar con mi público?
Características de las historias
- Tienen que tener un personaje. Puede ser real (cliente, fundador…) o la historia puede estar basada en un caso real pero con un personaje ficticio.
- Deben ser historias impactantes. El factor sorpresa es decisivo. Final inesperado, historia diferente… ¡La creatividad al poder!
- Deben ser auténticas. Nada de copiarse del vecino porque como le ha funcionado, a mí también. Eso es un grave ERROR que solo nos llevará a que no nos tomen en serio y nos destierren “forever”….
- Deben tener un héroe con el que la audiencia se identifique.
- Usan temas claves como conexión. Se trata de temas universales que conectan perfectamente con la audiencia. (VIDA/MUERTE · AMOR/DESAMOR · BIEN/MAL · ESPERANZA /DESILUSIÓN…) ¿por qué gustan tanto los culebrones? …¡exacto! son un cóctel de todo esto…
- Deben ser el nexo de unión que interactúe entre la marca y sus clientes. Creando un buen “engagement” (otra palabreja de “moda” que merece un post propio).
- Deben ser coherentes dentro de una narración. Deben seguir un hilo argumentativo y estar bien estructuradas formalmente. Si no es así, el lío puede dar lugar a malentendidos y no nos beneficiará.
- En ellas no se deben vender productos, sino EXPERIENCIAS. Lo he puesto de las últimas características y es un punto MUY IMPORTANTE. No queremos que nos vendan productos abiertamente, como ya he comentado arriba. ¡Queremos buenas historias de buenas experiencias! (Esto por favor, grabado a sangre…)
- Y por último, y no menos importante es que nuestras historias deben ser relevantes. No simples historias. Historias que nos digan algo… como he dicho al principio del post, contamos historias constantemente…necesitamos una historia que nos llegue de verdad, que sea algo original y digna de ser recordada…
¿Sabes ya cuál puede ser la historia de tu marca? Espero que con estas pinceladas se te ilumine la bombillita y busques, busques mucho que seguro que hay una buena historia deseando ser contada…
En el spot que pongo a continuación, Ikea usa de manera magistral la técnica de storytelling.
Es un buen ejemplo en el que podemos diferenciar todos los elementos que he enumerado anteriormente. Aúna emotividad, una narración coherente, una experiencia, un personaje con el cual nos podemos identificar desarrollando un vínculo… y un final sorprendente que nos toca … ¿Podéis reconocerlo todo?
En este vídeo corporativo de una empresa familiar, Gráfiques Cuscó, el propio fundador de la empresa (Joan Cuscó) narra la historia de cómo empezó todo. Es un ejemplo de cómo se puede contar una buena historia sobre cómo surgió una empresa llegando al corazoncito del que la escucha. El primer minuto del vídeo es GENIAL.
Espero vuestros comentarios y nos leemos muy prontito….;)
Pingback: storytelling en navidad. Las marcas enamoran
Diego Artola
Hola Nieves. Eestoy de acuerdo contigo en que el storytelling es un recurso de comunicació increíble. Discrepo que el protagonismo sea para las marcas. Realmente las historias que mejor funcionan son las protagonizadas por las personas (clientes) que consiguen sus sueños gracias a las marcas que son un mero instrumento.
Un gran ejemplo, la campaña de ‘¿te gusta conducir? de BMW
MsLittevalleys
Hola Diego! Encantada de saludarte! yo también pienso igual, por eso una de las características más importantes que aunque la pongo al final (creo que debería ser la primera) es que “No queremos que nos vendan productos abiertamente. ¡Queremos buenas historias de buenas experiencias!”. Las mejores historias, sin duda, son éstas.
Las marcas empiezan a estar en segundo plano y lo vemos cada vez más. ¡Muchísimas gracias por tu comentario! un saludo 🙂
Alvaro
Muy buen artículo Nieves, muy bien explicado y con unos ejemplos muy inspiradores. Saludos 🙂
MsLittevalleys
Muchas gracias Álvaro! Me alegro mucho que te haya gustado 😉 Nada mejor que verlo para asimilar los conceptos mejor 🙂 un saludo!
Víktor
El storytelling es una técnica muy interesante.
Ya no solo porque esté “de moda”, sino porque es la mejor técnica para según qué modelos de negocio. Yo en breves tengo previsión de empezar a trabajar en un nuevo proyecto y tengo intención de proponerles una buena base de storytelling para la estrategia.
En fin, ¡felicidades por el post!
Un fuerte abrazo
missLittevalleys
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Viktor. Hacerlo bien te proporciona unos resultados increíbles.
Muchas gracias por tu comentario “compi” y estamos en contacto amigo!
un abrazo